Me llamo Camila Azul Campagnoli, tengo 23 años, soy traductora de inglés y español, y actualmente trabajo como Project Manager en Material36.
Empecé a tocar el piano a los 6 años, en clases particulares. A los 11, empecé con la guitarra, también con clases, aunque abandoné después de un par de años, y decidí aprender canciones por mi cuenta. A los 13, sumé la batería y el bajo. Cada vez que cuento esto, la pregunta inevitable es: “¿Y cantás?”. La respuesta es: si y no. Lo hago cuando estoy sola o con la gente más cercana, porque ahí me siento cómoda. ¿Canto bien? No soy quién para decir, pero me gusta cantar.
Mi amor por la música empezó gracias a mi papá, Cristian Campagnoli, quien me sumergió en ese mundo desde chica, especialmente con The Beatles. Escuché a Paul McCartney y me di cuenta de que la música era lo mío. Desde entonces, me fascina descubrir nuevos artistas, analizar canciones y desglosar letras. Soy fanática de las letras personales, esas donde el artista se abre y comparte lo que siente. También me encanta prestar atención a los instrumentos detrás de cada pieza y a la producción que hace que todo cobre vida.
Aunque suelo escuchar a mis artistas favoritos, disfruto muchísimo crear playlists para compartir con los demás. Pienso en momentos específicos y armo listas que encajen con esas situaciones. Me divierte saber que escuchan lo que armo y, sobre todo, recibir comentarios al respecto.
Para mí, la música es la mejor compañía del mundo. No importa lo que estés haciendo, si estás solo o con alguien, siempre te está acompañando. Por eso quiero escribir y compartir lo que escucho, para que también te acompañe a vos.
Me llamo Camila Azul Campagnoli, tengo 23 años, soy traductora de inglés y español, y actualmente trabajo como Project Manager en Material36.
Empecé a tocar el piano a los 6 años, en clases particulares. A los 11, empecé con la guitarra, también con clases, aunque abandoné después de un par de años, y decidí aprender canciones por mi cuenta. A los 13, sumé la batería y el bajo. Cada vez que cuento esto, la pregunta inevitable es: “¿Y cantás?”. La respuesta es: si y no. Lo hago cuando estoy sola o con la gente más cercana, porque ahí me siento cómoda. ¿Canto bien? No soy quién para decir, pero me gusta cantar.
Mi amor por la música empezó gracias a mi papá, Cristian Campagnoli, quien me sumergió en ese mundo desde chica, especialmente con The Beatles. Escuché a Paul McCartney y me di cuenta de que la música era lo mío. Desde entonces, me fascina descubrir nuevos artistas, analizar canciones y desglosar letras. Soy fanática de las letras personales, esas donde el artista se abre y comparte lo que siente. También me encanta prestar atención a los instrumentos detrás de cada pieza y a la producción que hace que todo cobre vida.
Aunque suelo escuchar a mis artistas favoritos, disfruto muchísimo crear playlists para compartir con los demás. Pienso en momentos específicos y armo listas que encajen con esas situaciones. Me divierte saber que escuchan lo que armo y, sobre todo, recibir comentarios al respecto.
Para mí, la música es la mejor compañía del mundo. No importa lo que estés haciendo, si estás solo o con alguien, siempre te está acompañando. Por eso quiero escribir y compartir lo que escucho, para que también te acompañe a vos.
Sobre Nota Azul
Este proyecto, antes llamado C’s Newsletter, empezó gracias a una charla con mi cuñado, Nicolás Pusso. Él había empezado un newsletter (encontralo como Weekly Random) y mientras hablábamos, me di cuenta de cuánto disfruto hablar sobre lo que me gusta. Y si hay algo que realmente me apasiona, es la música.
Siempre disfruté recomendar música a quienes me rodean, pero no de manera aleatoria. Me gusta observar a las personas, entender sus gustos y proponerles artistas, canciones o discos que realmente puedan resonar con ellas. Con este newsletter, tengo la oportunidad de compartir mis recomendaciones y desglosar artistas para que más personas se animen a descubrirlos.
Mi enfoque no es solo objetivo; también incluyo mi opinión personal, pero siempre al final de cada capítulo, para que mi perspectiva no interfiera con la verdad de lo que estamos explorando.
Este año decidí darle más vida a este proyecto que tanto me entusiasma, y por eso elegí un nombre especial: Nota Azul. ¿Por qué este nombre? Porque "nota" puede referirse tanto a una nota musical como a una nota escrita, dos conceptos que, en este proyecto, se complementan perfectamente. Y "Azul" es mi segundo nombre y mi color favorito.
Esto es Nota Azul: un espacio para hablar de música, recomendar, y sobre todo, conectar con quienes me leen.
Sobre Mi
Me llamo Camila Azul Campagnoli, tengo 23 años, soy traductora de inglés y español, y actualmente trabajo como Project Manager en Material36.
Empecé a tocar el piano a los 6 años, en clases particulares. A los 11, empecé con la guitarra, también con clases, aunque abandoné después de un par de años, y decidí aprender canciones por mi cuenta. A los 13, sumé la batería y el bajo. Cada vez que cuento esto, la pregunta inevitable es: “¿Y cantás?”. La respuesta es: si y no. Lo hago cuando estoy sola o con la gente más cercana, porque ahí me siento cómoda. Pero no soy cantante.
Mi amor por la música empezó gracias a mi papá, Cristian Campagnoli, quien me sumergió en ese mundo desde chica, especialmente con The Beatles. Escuché a Paul McCartney y al instante me di cuenta de que la música era lo mío. Desde entonces, me fascina descubrir nuevos artistas, analizar canciones y desglosar letras. Soy fanática de las letras personales, esas donde el artista se abre y comparte lo que siente. También me encanta prestar atención a los instrumentos detrás de cada pieza y a la producción que hace que todo cobre vida.
Aunque suelo escuchar a mis artistas favoritos, disfruto muchísimo crear playlists con distintos artistas para compartir con los demás. Pienso en momentos específicos y armo listas que encajen con esas situaciones. Me divierte saber que escuchan lo que armo y, sobre todo, recibir comentarios al respecto.
Para mí, la música es la mejor compañía del mundo. No importa lo que estés haciendo, si estás solo o con alguien, siempre te está acompañando. Por eso quiero escribir y compartir lo que escucho, para que también te acompañe a vos.
Este proyecto, antes llamado C’s Newsletter, empezó gracias a una charla con mi cuñado, Nicolás Pusso. Él había arrancado un newsletter sobre temas random (encontralo como Weekly Random) y mientras hablábamos, me di cuenta de cuánto disfruto hablar sobre lo que conozco, y si hay algo que realmente me apasiona, es la música.
Siempre disfruté recomendar música a quienes me rodean, pero no de manera aleatoria. Me gusta observar a las personas, entender sus gustos y proponerles artistas, canciones o discos que realmente puedan resonar con ellas. Con este newsletter, tengo la oportunidad de compartir mis recomendaciones y desglosar artistas para que más personas se animen a descubrirlos.
Mi enfoque no es solo objetivo; también incluyo mi opinión personal, pero siempre al final de cada capítulo, para que mi perspectiva no interfiera con la verdad de lo que estamos explorando.
Este año decidí darle más vida a este proyecto que tanto me entusiasma, y por eso elegí un nombre especial: Nota Azul. ¿Por qué este nombre? Porque "nota" puede referirse tanto a una nota musical como a una nota escrita, dos conceptos que, en este caso, se complementan perfectamente. Y "azul" es mi segundo nombre y mi color favorito.
Esto es Nota Azul: un espacio para hablar de música, recomendar, y sobre todo, conectar con quienes me leen.
Este proyecto, antes llamado C’s Newsletter, empezó gracias a una charla con mi cuñado, Nicolás Pusso. Él había arrancado un newsletter sobre temas random (encontralo como Weekly Random) y mientras hablábamos, me di cuenta de cuánto disfruto hablar sobre lo que conozco. Y si hay algo que realmente me apasiona, es la música.
Siempre disfruté recomendar música a quienes me rodean, pero no de manera aleatoria. Me gusta observar a las personas, entender sus gustos y proponerles artistas, canciones o discos que realmente puedan resonar con ellas. Con este newsletter, tengo la oportunidad de compartir mis recomendaciones y desglosar artistas para que más personas se animen a descubrirlos.
Mi enfoque no es solo objetivo; también incluyo mi opinión personal, pero siempre al final de cada capítulo, para que mi perspectiva no interfiera con la verdad de lo que estamos explorando.
Este año decidí darle más vida a este proyecto que tanto me entusiasma, y por eso elegí un nombre especial: Nota Azul. ¿Por qué este nombre? Porque "nota" puede referirse tanto a una nota musical como a una nota escrita, dos conceptos que, en este caso, se complementan perfectamente. Y "azul" es mi segundo nombre y mi color favorito.
Esto es Nota Azul: un espacio para hablar de música, recomendar, y sobre todo, conectar con quienes me leen.
Este proyecto, antes llamado C’s Newsletter, empezó gracias a una charla con mi cuñado, Nicolás Pusso. Él había arrancado un newsletter sobre temas random (encontralo como Weekly Random) y mientras hablábamos, me di cuenta de cuánto disfruto hablar sobre lo que conozco. Y si hay algo que realmente me apasiona, es la música.
Siempre disfruté recomendar música a quienes me rodean, pero no de manera aleatoria. Me gusta observar a las personas, entender sus gustos y proponerles artistas, canciones o discos que realmente puedan resonar con ellas. Con este newsletter, tengo la oportunidad de compartir mis recomendaciones y desglosar artistas para que más personas se animen a descubrirlos.
Mi enfoque no es solo objetivo; también incluyo mi opinión personal, pero siempre al final de cada capítulo, para que mi perspectiva no interfiera con la verdad de lo que estamos explorando.
Este año decidí darle más vida a este proyecto que tanto me entusiasma, y por eso elegí un nombre especial: Nota Azul. ¿Por qué este nombre? Porque "nota" puede referirse tanto a una nota musical como a una nota escrita, dos conceptos que, en este caso, se complementan perfectamente. Y "azul" es mi segundo nombre y mi color favorito.
Esto es Nota Azul: un espacio para hablar de música, recomendar, y sobre todo, conectar con quienes me leen.
